Generación perdida: parte I

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· Política | 09 octubre 2020
Por Equipo Editorial

Prefiero herirlos con la verdad, que matarlos con la mentira”. John Huss

 

El daño causado a México de parte de López y sus anarquistas parece irrefrenable, ya que solo en los últimos días vimos la forzada y cobarde abdicación de la Suprema Corte de Justicia de la Nación al avalar la innecesaria encuesta que se quiere hacer para juzgar a los políticos del pasado, así como la extinción de 109 fideicomisos para tomar de ellos 68 mil millones de pesos, muy probablemente para comprar el voto en las elecciones del 2021 y así ponerle el último clavo al ataúd de México.

Sin embargo, más asombro nos causa todavía cómo “las cúpulas empresariales”, en lugar de ser un contrapeso efectivo a los excesos del gobierno, sumisamente van a informarle al “Mesías Tropical” de algunas inversiones que pretenden hacer en el país, solo para tratar de levantarle en algo su muy dañada imagen, a sabiendas de que esas inversiones se “irán por el caño”.

Esto nos hace recordar a Cuauhtémoc cuando le dijo a Hernán Cortés, ante la inminente destrucción de Tenochtitlán: “toma ese puñal que traes en el cinto, y mátame luego con él”.

Sin duda Carlos Salinas de Gortari en su administración cometió, entre otros, dos pecados capitales. Uno de ellos fue el fortalecimiento de los “poderes fácticos” (véase los acompañantes de López en la reciente visita que hizo a Trump), y el otro, el haber “mojado la pólvora” a los organismos del sector privado y a los sindicatos, por lo que el país cayó desde entonces en una muy peligrosa ausencia de liderazgos efectivos, y con ello ya llevamos “una generación perdida”.

Cuando se les pregunta a los más altos dirigentes de los empresarios del país: “y ustedes ¿qué están haciendo para impedir los destrozos de la 4T?”, su débil respuesta es “discúlpenos, pero nuestros estatutos nos impiden meternos en política”. ¿Qué no dijo Aristóteles que “el hombre es un animal político”?

Así lo dijo: “el hombre vive en sociedades organizadas políticamente, en cuyos asuntos públicos participa en mayor o menor medida, con el objetivo de lograr el bien común: la felicidad de los ciudadanos”.

Si los organismos privados y los sindicatos ya no funcionan como contrapesos en representación de sus agremiados, entonces ¿quién será el “catalizador” que urgentemente promueva nuevos liderazgos que tan indispensables resultan en estos peligrosos tiempos?

¿Habremos de esperar a que la propia gente, harta de las mentiras y los mayúsculos errores que lo llevan a la pobreza y al total desamparo, actúe como los ciudadanos bolivianos con el sátrapa de Evo Morales y lo echen del poder?, o veremos cómo después de la elección del 2 de noviembre el gobierno de los Estados Unidos le dé un “fuerte coscorrón” al gobierno federal y lo ponga en su lugar, dado el grave riesgo que corre al tener de vecino a un país dividido, devastado y hambriento.

Sin duda la pérdida del liderazgo de empresarios y sindicatos les ha despejado el camino a gobiernos altamente ineficaces e insaciablemente corruptos, todo ello en detrimento de la población de menores recursos.

Si los organismos privados no retoman pronto su misión y se liberan del control de los “poderes fácticos” que solo saben enriquecerse junto con sus cuates de la “nomenclatura gubernamental”, podrían pasar a la historia como la más grande decepción empresarial de México en el presente siglo.

Afortunadamente el corazón del país aún late fuerte y hay esperanza en el futuro porque contamos con algunas cámaras empresariales como la Coparmex que, junto a la Concanaco, Canacintra y el Consejo Nacional Agropecuario, entre algunos otros, se mantienen en la lucha diaria.

También están detrás de este vital propósito algunos de los pocos organismos autónomos que tenemos como el INE y Banxico, además de la Alianza de Gobernadores, cerca de 100 iniciativas ciudadanas que pronto realizarán su convención nacional promovida por “Sí X México” (de la que formamos parte), importantes medios de comunicación aún independientes y sus atinados y valerosos periodistas.

Y dentro de las iniciativas ciudadanas es muy loable la labor de FRENA, del que admiramos y celebramos su fortaleza y el gran apoyo que ha recibido de la sociedad, aunque no comulgamos totalmente con su estrategia de solicitar la renuncia forzada de López quien llegó por la vía democrática, y a quien debemos relevar de igual manera, ya que el remedio pudiese resultar peor que la enfermedad.

Lo importante para todos los ciudadanos es “participar decididamente” en alguna iniciativa y apoyar a los organismos que luchan por preservar la libertad y la democracia en México, porque nadie vendrá a salvarnos, excepto nosotros mismos.

Es sin duda doloroso para quienes escribimos con la verdad que hiere, pero debemos siempre tener presente la famosa frase del “Maestro de América”, don Justo Sierra: “Por la Patria siempre, por la Patria todo”.

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